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Carrito

“Lo más bello que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de cualquier arte o ciencia verdadera. Aquel que no conoce esta emoción, que no hace pausa para maravillarse y quedarse absorto en admiración, es como si estuviera muerto. Sus ojos están cerrados” Albert Einstein

Hoy 22 de Octubre, el Sol entra al signo fijo de agua Escorpión. Este intenso signo, regido por Marte y Plutón, nos invita a sumergirnos en las profundas aguas de nuestro mundo emocional. Sus regentes, nos hablan de la valentía que se requiere para abrirnos a la verdadera intimidad. El espacio Escorpión dentro de nuestro ser, permanece oculto incluso para nosotros mismxs, sino nos permitimos soltar el apego a la autoimagen construida en Leo.

Plutón simboliza la capacidad de muerte y resurrección. Aquí el cambio de estado es definitivo, se produce una transformación. El lugar que ocupa en una carta astral es un ámbito de experiencia que está sujeto a grandes cambios y adaptaciones. Por esta razón se le asocia a la muerte, el poder y la regeneración. Es lo más profundo y oculto que poseemos, el fuego del espíritu, la semilla. Sólo se puede llegar a tocar parcialmente su totalidad mediante un intenso aprendizaje emocional y espiritual.

Lo que Plutón expresa a nivel interno, profundo y oculto, Marte lo expresa en lo externo. Este planeta representa la dirección de la acción hacia el desarrollo de nuestro Ser en el mundo. Así como coraje necesario para tomar nuestro poder y movilizar nuestros recursos internos para lograr esa transmutación que nuestra alma intuye posible.

Sin embargo, incluso al visualizar lo que nos impide el crecimiento, muchas veces no queremos hacernos cargo de ello. Se despiertan todos los temores o simplemente la pereza. El lugar por donde transita Plutón en nuestra carta natal nos muestra ese ámbito de la vida donde estaremos impelidos a generar una verdadera transformación y renacimiento, aunque por supuesto, puede doler bastante. Plutón destruye todo lo que se opone al crecimiento interno y espiritual. Porque para caminar conscientes de su energía hay que entrar en otros dominios, elevar la vibración y depurar lo que nos mantiene apegados. Marte es un aliado de Plutón cuando utiliza la fuerza de voluntad en dirección de fortalecer el Yo esencial (el Sol) y sobre todo, cuando se empeña en buscar la integración y resolución de los aspectos más egocéntricos de nuestra personalidad, que generalmente son negados.

Este es un ciclo de confrontación y destrucción de falsas estructuras, creencias, condicionamientos, pautas de comportamiento negativas, para dar a luz una nueva manera de relacionarnos con el propio poder. El llamado es a aterrizar, a apoyar bien firmes los pies en la tierra y abrirse nuevos caminos con el sentido de realidad, que da conocer los propios límites.

Mientras Plutón continúa profundizando en su largo tránsito por Capricornio (desde 2008), Marte transita retrógrado por Aries (desde Julio 2020), generando tensiones a la triple conjunción en Capricornio. Esta configuración nos habla de la necesidad de hacernos cargo de todo el contenido que hasta ahora se ha podido elaborar durante el 2020. No ha sido un año fácil para nadie, sin embargo, estas dificultades nos han puesto en jaque las excusas con las que solíamos escaparnos de la responsabilidad de asumir nuestro propio poder para cambiar y mejorar nuestra realidad.

Los signos fijos nos proponen trabajar los temas de seguridad y confianza, tanto en uno mismo, como en otros. Escorpión, específicamente, es el espacio simbólico donde estamos invitados a dejar morir una a una nuestras corazas, mecanismos de defensa, y todas las artimañas que nuestra personalidad construye para sobrevivir en las contingencias del plano material. El uso de estas ‘máscaras’ es absolutamente normal y necesario, pues nuestra consciencia se va construyendo día a día, y cada cual contiene en sí mismo su propio tiempo de desarrollo. Por lo tanto, es también necesario para nuestra evolución, que estos mecanismos de sobrevivencia se pongan en cuestión en cierto momento, lo que nos genera una crisis, donde un componente más profundo e integrador, nos alerta y nos invita a buscar respuestas y soluciones a nuestros conflictos.

Uno de los conflictos más evidentes que experimentamos durante una crisis es la disonancia entre lo que el hábito “me hace” hacer y lo que realmente quiero expresar en mi realidad actual. Dependiendo de qué tan instalado esté ese hábito en nuestra vida, será el nivel de confusión y sufrimiento que experimentemos. Esto es lo que alumbra el Sol cuando entra transita por este signo de agua, y nos invita a comprender de dónde vienen esos hábitos y porqué aun cuando nos damos cuenta de ellos, seguimos reproduciendo las condiciones para que sus consecuencias vuelvan a aparecer.

El eje Tauro/Escorpión nos habla de la forma y el fondo de las cosas. Nos revela que en nuestro ser, hay formas armónicas y también hay rigideces. Pareciera que hay una correspondencia entre un cuerpo duro, desensibilizado y emociones que se han petrificado. Igualmente entre un cuerpo despierto, saludable y emociones que fluyen sin estancarse ¿de qué manera estamos percibiendo esa relación dentro de nosotrxs? Estar disponible para sentir y conectar las emociones requiere ser conscientes también de las restricciones y bloqueos que limitan el contacto.

El entramado energético actual, nos ayuda a llegar a lo que podríamos llamar primeras causas y todo este mes puede ser usado como un tiempo de introspección y observación de nuestros juegos mentales para evadir lo inevitable, el cambio. Una de las claves para recorrer estos laberintos es que todas las respuestas están adentro y que permitir que suceda la transformación, puede ser más liberador de lo que alguna vez imaginaste.

¿Estás listx para saltar y abrazarte en el vacío?

Mónica Sagredo G.