was successfully added to your cart.

Carrito

Luna llena en Acuario y las cuadraturas fijas

Esta noche, el signo de Acuario celebra su única Luna llena del año. En esta ocasión, está acompañado por Saturno que, en su moción retrógrada, camina por grados que recorrió en abril.

En elemento de aire, junto a Cronos, y con cinco planetas retrógrados, esta lunación nos invita a la reflexión detenida sobre aquellos asuntos que nos han mantenidos ocupados y (pre-ocupados) durante los últimos meses.

En todo proceso en la vida, podemos distinguir tres momentos en el flujo de la energía, que está en eterno movimiento. Así, percibimos un inicio, un momento de estabilización y luego uno de transformación, que decanta finalmente en un nuevo inicio. En la astrología, llamamos a esto “modalidades” (cardinal, fija y mutable) y cada uno de los cuatro elementos, expresa estos tres modos de energía, formándose así, los doce signos del zodiaco.

Durante las últimas semanas, las conversaciones del cielo nos tienen bastante movilizados. Los planetas en tránsito por los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpión y Acuario), han formado varias cuadraturas y oposiciones entre sí, creando polarizaciones en algunos casos, y conflicto en otros.

Las cuadraturas hacia la triple conjunción en Tauro (Urano, Marte, Nodo) desde Acuario o Leo, nos han mostrado diferentes situaciones donde lo que urge es cambiar el estado actual, por otro completamente diferente y, que idealmente, resuelva las causas de los conflictos pasados. Sin embargo, las fuerzas que están en tensión/contradicción (principalmente Saturno y Urano), no sólo se disputan un “modo correcto” de hacer las cosas, sino más bien la “única y verdadera” forma de encarar las transformaciones que está pidiendo el sistema.

Las cuadraturas en general, son complejas de procesar, pues están relacionadas con un elemento difícil de lidiar para nuestra consciencia dual: las paradojas. Éstas, son hechos o ideas, que desafían a la lógica común, pues contienen contradicciones difíciles de reconciliar.

Durante el 2021 y este año, uno de los aspectos más significativos ha sido la cuadratura entre Saturno y Urano. Una de las paradojas que se manifiesta a través de esta cuadratura, es la idea generalizada que “para crear cambios profundos, se necesita mucha estabilidad y experiencia”. Este aspecto ha exacerbado en nosotrxs las diferentes motivaciones de estos planetas (estabilidad y cambio, respectivamente), generando tanto dentro, como afuera, bastantes inseguridades al momento de tomar elecciones importantes.

En nuestra vida personal, estas tensiones se pueden manifestar como crisis de transformación, donde nos sentimos tironeados por diferentes responsabilidades, afectos o necesidades que se nos presentan como contradictorias. En ocasiones, estas configuraciones también pueden provocar un aceleramiento de ciertos procesos en nuestras vidas.

Si nos situamos desde la perspectiva del Nodo Norte, que está junto a Urano, la dirección que nos indica el tiempo cualidad es la de avanzar hacia lo nuevo, lo que no ha sido probado anteriormente, aun cuando esto, genere un quiebre en nuestra estabilidad. Sin embargo, le tememos a las crisis (cambios y decisiones) porque sabemos que, en el proceso, perderemos el control. Toda acción orientada a sostener “la actitud correcta” ante una situación que interpela el orden conocido, sólo nos aleja del verdadero aprendizaje que esa vivencia tiene como regalo.
Cuando sentimos que una situación “nos supera”, es probable que el marco (mental, emocional, cognitivo, etc) ya no sea suficiente para comprenderla. Ese es el llamado a hacer el cambio e integrar una nueva perspectiva.

Posicionarnos desde un lugar completamente diferente para observar el conflicto, nos permite vislumbrar los caminos para una acción más coherente con lo que sentimos.

La nueva estabilidad de Urano y Nodo Norte en Tauro

La presencia de Urano en Tauro (8va superior de Mercurio), nos invita a reinventar nuestras bases. Todo lo que antes nos daba sensación de certeza y estabilidad, por ejemplo, nuestros bienes, un trabajo formal, una pareja estable, ya no son garantes de seguridad. La nueva estabilidad proviene de la capacidad para reconciliar paradojas dentro de nosotrxs. Integrar en nuestro ser y hacer, diferentes líneas de pensamiento, dimensiones de experiencia, herramientas de autoconocimiento, movimientos, etc. Esto es, salir de la lógica común y atrevernos a experimentar (física y concretamente) nuevas posibilidades, tanto físicas como espirituales.

Pareciera que este tiempo nos quiere más despiertxs y conscientes de nuestros verdaderos potenciales, y al mismo tiempo, más responsables que nunca, de nuestras acciones individuales y colectivas. Una de las vías más claras de sintonización con estos cambios pasa por la reconexión con la naturaleza, primero en nuestro cuerpo, luego en nuestros territorios y finalmente con el cielo y sus ritmos. Volver a la unidad tanto como se pueda!!

Abrazos grandotes en estos tiempos volcánicos.

Mónica – @astrologia_conectiva

 Fotos: Alexander Andrews / Jr-Korpa
*Si quieres comprender cómo se manifiestan estas en tu vida, puedes agendar tu sesión individual en contacto@monicasagredo.com